Hay palabras que no nacen para ser gritadas, sino para quedarse quietas en el silencio, como quien observa desde una ventana sin ser visto.
Este blog es eso: una ventana abierta hacia lo que pienso cuando nadie me mira, hacia lo que escribo cuando todo calla.
Aquí no hay reglas. A veces vendrán relatos que nacen de la calle, de la tierra caliente donde crecí; otras veces serán frases sueltas, ideas a medio vivir, pensamientos sin título que encontraron refugio entre mis dedos.
Escribo desde Fundación, Magdalena, desde un rincón donde el sol todavía parece detenerse a pensar. Y aunque estoy por graduarme de administración de empresas, confieso que mi verdadera vocación tiene más que ver con el desorden de las emociones y la poesía de lo cotidiano.
Este espacio no es para enseñar nada, ni para tener la razón. Es solo para compartir.
Para dejar que mis pensamientos, entre tinta, encuentren a los tuyos.
Bienvenid@ a este rincón.
Ojalá encuentres aquí algo que no sabías que estabas buscando.
— Omar Monterrosa
“Escribo para que el silencio no me olvide.”
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